[Undesueca]

"The King"

Estás impactado por ver el gigante i la esvástica, hay un incómodo silencio hasta que los esqueletos que os rodeaban empiezan a alzarse, los tres os juntáis aterrados por la escena que tenéis ente los ojos, intentas hacerte el valiente pero por dentro estás acojonado, los esqueletos cogen las armas, de dentro del palacio salen otros esqueletos, estos con la indumentaria del ejército nazi, os encontráis rodeados por los dos lados, Mina se cae aterrada al suelo y pega un gran grito, Nakao empieza a correr por el miedo y ves ante tus ojos como uno de los esqueletos lo mata sin piedad atravesándole con una lanza. Coges el arma que habías cogido y te pones a la defensiva mientras Mina llora desconsolada pensando en la más que probable muerte. La muerte parece inevitable ¿Como reaccionarás ante ello?

Ante los tres se alza un ejercito de esqueletos nazis flanqueando al abanderado gigante. A duras penas consigo mantener la espaducha que había recogido instantes antes. Mina se echa el suelo y me agarra una pierna mientras llora como una madalena. O como media, porque su llanto se entrecortaba y hacia que la escena fuera más desgarradora aún si cabe. Ya de por si era molesta la situación, cuando Nakao echó a correr a la desesperada.

-"Cabróooon, hijoputa, ¿donde vas pedazo de mier...?!!!" -

Aún no había terminado de defecarme en sus difuntos familiares cuando un soldado esquelético le rebanó los sesos y las tripas con un solo golpe de lanza, escupiendo su sangre por doquier.

- ¿Has visto lo que le ha pasado a ese memo de Nakao? - le digo con arrogancia a Mina, quien se queda mirándome con los ojos vidriosos y sin saber como reaccionar - ¡Pues levanta tu flacucho culo del suelo y saca tu coraje de una puñetera vez! - Le vuelvo a gritar mientras la levanto de un fuerte tirón de pelo. Sus chillidos no hacen más que retumbar en la sangrienta plaza.

Una vez de pie y ante la atónita mirada de los soldados calavéricos, le susurro a Mina.

-A la de tres, corremos hacia la calle que hay detrás nuestra. Justo enfrente de lo que queda del Sushi-bar de Koyama hay una entrada al metro. ¿Entendido? -

Mina se me queda mirando, y por primera vez desde que salimos del bunker, me asiente con firmeza. Con los ojos llorosos, pero con firmeza suficiente.

- Uuuuuuunnnnnnoooo... -
- Ddddd... Corre Mina, correeeeeee!!!!!